Esta canción quedaba como anillo al dedo para los funerales de Andrés Bobe en 1994, gran músico a quien quiero homenajear en este post. La contemplación de un difunto mirando lo que ocurre alrededor de su deceso es un tema que varios artistas han usado por siglos. En cierta forma, mirar este tipo de expresiones me recuerda que en nueve días curriculares "moriré" como estudiante de colegio y tendré que definir mi rol en el mundo de los adultos. Agradezco al Liceo san Pedro Poveda haberme dado una libertad enorme para hacer cosas, allí he sido de todo. Por dar algunos ejemplos: debatiente, profesor, reclamón, ogro, crítico de profanadores de cunas, representante de la pastoral, monitor, griego enamorado, experto en filosofía, indio de los Village People, pascuence, profesor de Futurama, Indiana Jones chanta, ejecutivo de televisión brasileña, cantante frustrado, escritor ocasional, ensayista ocasional, consultor, crítico de conferencias, bailarín portorriqueño, Neruda con Alzheimer, humorista fome, músico, reidor surrealista, creador de cortos fallidos, cazador de mitos, entre otras cosas que no recuerdo ahora. Agradezco a todas las personas que me apoyaron cuando tuve una idea, que me dieron una cuando no la tuve, que me apañaron cuando lloré, que me retaron cuando hice algo estúpido, que conocieron lo peor y lo mejor de mi.
Y ahora, en este momento, cuando nos estamos yendo, cuando debemos elegir un futuro, comienza el dia cero y mañana su continuidad...
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